Estoy seguro que hace unos meses muy pocos pensabamos en la posibilidad de que los cielos de Milán nos vieran levantar una orejona, muy pocos creíamos en que veríamos a Sergio Ramos alzar la Champions en el templo milanés. Y es que con el Real Madrid los imposibles no existes y vuelve a quedar demostrado una vez más, y Milán, el Atlético de Madrid y todo el mundo vio al "Zidane Team" coronarse campeón de Europa en una final de finales, en la madre de todos los derbis, y en la tanda de penaltis con una visión de Cristiano de que marcaría el gol de la orejona en el quinto lanzamiento. Misión cumplida, quinta final seguida que juega nuestro Madrid y la gana, igualando el registro de...el REAL MADRID de las primeras cinco Champions, algo que nadie más ha logrado, 5 de 5 en finales y 3 de 3 en finales españolas.
Una noche y todo en juego, el Santiago Bernabéu rugía como en las grandes noches para conseguir entrar a una final europea dos años después de la última, todos unidos para sacar nuestro billete a Milán, para luchar por la undécima Champions, el gran aliciente de la noche blanca. Zidane confia en un Cristiano Ronaldo que fue duda durante toda la semana, una alineación donde no podía contar con el dueño y señor del centro del campo blanco, Casemiro. Los nervios y la tensión rondaban Chamartín, y en frente los hombres de Pellegrini, dispuestos a luchar por su primera final europea, y lucharon, pero en frente tenían a un Real Madrid que sólo conoce un idioma, ganar y ganar. Un partido que briló más por una defensa soberbia del Real Madrid y el ingenio de un galés que logró un golazo, gol que para mi es de Bale, por mucho que quieran dárselo al City en propia. Objetivo logrado, estamos en Milán y optamos a la corona europea.
